Cuando la intuición te dice que algo no está bien
Hay un momento en el que los padres sienten que algo “no encaja del todo” en el desarrollo de su hijo. Tal vez no mira a los ojos como otros chicos, le cuesta hablar, o sus reacciones parecen más intensas de lo habitual. En ese instante, la intuición duele, porque se mezcla con la esperanza de que “ya se le va a pasar”.
Pero esa intuición no es miedo: es amor. Es la mirada atenta de un padre o una madre que empieza a notar que su hijo necesita algo distinto. Y reconocerlo no significa fallar, sino abrir una puerta hacia la comprensión.
¿Por qué es tan difícil dar el primer paso?
El primer obstáculo suele ser el miedo: miedo a confirmar lo que sospechamos, miedo a lo que vendrá, miedo a no saber qué hacer. Es completamente normal sentir confusión o culpa, pero ninguna de esas emociones te hace un mal padre. Solo muestran que estás intentando entender.
Dar el primer paso no es buscar una etiqueta, sino buscar respuestas que te ayuden a acompañar mejor.
¿Qué hago si empiezo a notar señales?
- Registrá tus observaciones. Anotá lo que te llama la atención: momentos, situaciones, reacciones. Esto ayuda mucho al momento de consultar con un profesional.
- Hablá con la escuela o el jardín. Los docentes suelen observar comportamientos que complementan la mirada familiar.
- Consultá con un especialista en desarrollo infantil. Psicólogos, fonoaudiólogos o neurólogos infantiles pueden orientar sobre qué pasos seguir.
Cuanto antes se consulte, antes se puede acompañar. No se trata de acelerar un diagnóstico, sino de entender lo que tu hijo necesita.
¿Y si me dicen que “no me preocupe”?
Es habitual que el entorno minimice las señales con frases como “ya va a hablar” o “cada chico tiene su tiempo”. A veces es cierto; otras veces, esas frases postergan la ayuda que podría marcar la diferencia. Si algo dentro tuyo sigue diciendo que algo pasa, escuchate. Tu intuición también es parte del proceso.
¿Cómo acompañarlo mientras espero una evaluación?
Podés empezar hoy mismo, sin diagnóstico confirmado:
- Usá lenguaje simple y gestos claros para facilitar la comprensión.
- Anticipá los cambios o actividades para darle seguridad.
- Celebrá los pequeños logros, aunque parezcan mínimos.
- Mantené rutinas previsibles: ayudan a reducir la ansiedad.
Recurso Munay recomendado
Para acompañarte en esta primera etapa, te recomendamos la Guía “Primeros pasos frente al diagnóstico”. Está diseñada para que sepas qué hacer, a quién consultar y cómo transitar las emociones que aparecen cuando la sospecha se vuelve una búsqueda de respuestas. No reemplaza terapias: te da claridad, calma y dirección.
Un mensaje para cerrar
Dar el primer paso no es rendirse: es elegir acompañar con conciencia. En Munay creemos que cuanto antes se empieza a comprender, más liviano se vuelve el camino. No estás solo: estamos para ayudarte a transformar la incertidumbre en claridad y esperanza.
